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En el centro del país, al pie de los Andes, Mendoza es el pulmón vinícola de Argentina. Situada en las altas mesetas andinas, entre 500 y 1.700 m sobre el nivel del mar, sus 150.000 ha de viñedos ocupan vastas extensiones planas que se extienden hasta donde alcanza la vista sobre suelos finos, arenosos y de grava.
En menos de una generación, Mendoza se ha transformado en esta región vinícola dinámica y modernizada que produce la mayoría de los mejores vinos de Argentina. La calidad y la intensidad de los vinos de Mendoza provienen de una combinación ideal de un clima muy cálido y seco en verano y de la altitud que asegura una fuerte amplitud térmica entre el día y la noche.
Los vinos tintos de Mendoza dominan ampliamente la producción. Emblemática del país, la variedad de uva Malbec produce vinos potentes, coloridos, profundos y bien estructurados.
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