Perdón por las molestias.
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La madurez, a través del reconocimiento, por fin, a la firma del decreto de la denominación Pessac-Léognan -el 9 de septiembre de 1987- de una región cuyas características edafológicas, climáticas y tradiciones de producción de vinos blancos secos de calidad excepcional, aptos para el envejecimiento, se manifestaban ya desde hace siglos.
En 30 años, el "nuevo" viñedo de Pessac-Léognan ha continuado y desarrollado, con la vitalidad que le caracteriza, el extraordinario potencial económico, tanto cuantitativo como cualitativo, resultante de su propia originalidad.
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