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La D.O. Navarra, que abarca los aproximadamente 150 kilómetros que separan el norte y el sur de la región, destaca por la diversidad de sus paisajes y climas. Aquí se produce una situación excepcional, prácticamente única en la Península Ibérica: la confluencia de los climas atlántico, continental y mediterráneo. Una climatología variada que se explica por la proximidad del mar Cantábrico, la influencia de los Pirineos y la suavidad del valle del Ebro.
El paisaje navarro está profundamente marcado por esta circunstancia y las más de 11.000 hectáreas de viñedo de la denominación cubren un amplio abanico de ecosistemas y situaciones de cultivo en laderas, riberas, mesetas y llanuras. Así, se han definido 5 zonas de producción: Baja Montaña, Valdizarbe, Tierra Estella, Ribera Alta y Ribera Baja.
En Navarra, podrá encontrar su propio estilo de vino entre un amplio abanico de posibilidades: los grandes tintos de crianza y reserva, sin olvidar los muy seductores moscateles dulces.
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