Chartreuse

Desde hace más de cuatro siglos, los monjes conservan el secreto de la receta de los licores de Chartreuse. Es en el corazón del macizo de la Chartreuse, en Isère, en medio de las cumbres cubiertas por un manto de verdor, donde se guarda el secreto desde hace más de cuatrocientos años. Incluso hoy, la receta de los licores de Chartreuse, con aromas de anís, melisa o verbena, sigue siendo impenetrable. 

El Chartreuse se basa en 130 plantas maceradas en alcohol, endulzadas con miel destilada y jarabe de azúcar. Los licores producidos por los monjes cartujos no contienen aditivos químicos. Los monjes, los Padres Cartujos, elaboran un Chartreuse amarillo y un Chartreuse verde cuyos colores se deben únicamente a las plantas utilizadas.

Tras la maceración, el licor de Chartreuse se conserva en barricas de roble para un largo proceso de envejecimiento; después se embotella en botellas de 50 cl o 1 l.

La denominación "Chartreuse V.E.P." designa una calidad superior debida a un largo envejecimiento.

El Chartreuse puede beberse como aperitivo o al final de una buena comida. En los cócteles, se mezcla con zumos de frutas u otros alcoholes.