Vinos blancos de Mâcon-Cruzille

Al norte del largo valle de Igé-Azé-Bissy-la-Mâconnaise, la delimitación de Mâcon-Cruzille prolonga las laderas de Mâcon-Lugny en continuidad con el municipio de Royer, donde comienza el viñedo de Mâcon-Mancey. 

Reflejando su superficie y su variada topografía, el viñedo delimitado en Mâcon-Cruzille presenta dos perfiles de vinos blancos.

De un hermoso color amarillo claro con reflejos plateados, uno de ellos está vinificado y madurado en cubas, y ofrece una nariz abierta a la gama frutal de los vinos del Mâconnais central (frutas de la huerta, manzana, membrillo, melocotón) combinada con aromas florales de primavera (acacia, espino blanco, madreselva). El ataque es sincero sin ser ácido, es untuoso y graso.

De color amarillo oro, la otra es una crianza tradicional en barrica, que difunde aromas empireumáticos y lácticos (mantequilla) en la primera juventud de la añada, evolucionando con la edad hacia una complejidad hecha de fragancias especiadas (regaliz, canela) y vegetales (té, verbena, tomillo). Más bien mineral, la boca evoca la tiza, el pedernal y a veces el yodo.