château les carmes haut brion 2007

Situados a 15 kilómetros de Burdeos, en la parte sur de la denominación, los viñedos de Larrivet-Haut-Brion lindan con los de Haut-Bailly. El nombre de la propiedad ha sufrido numerosos cambios a lo largo de sus dos siglos de historia. Inicialmente se llamó Château de Canolle, luego La Rivette, y adoptó el nombre de Château Haut-Brion Larrivet en 1874. La propiedad perteneció sucesivamente a un comerciante de vinos bordelés y después a unos amantes del vino de Burdeos, los hijos del Sr. Théodore Conseil, que la desarrollaron. El viñedo alcanzó entonces las 50 hectáreas. En la década de 1930, la finca se vio duramente afectada por la crisis económica y la producción desapareció. En 1949, adoptó su nombre actual: Château Larrivet Haut-Brion, pero fue bajo el impulso de Christine y Philippe Gervoson cuando se reconstituyó la propiedad, mediante la adquisición de parcelas originales. Se realizaron importantes inversiones y los vinos recuperaron poco a poco su calidad de antaño. A partir de 1996, las buenas añadas se sucedieron y el terruño volvió a expresarse plenamente: en efecto, el viñedo de Larrivet Haut-Brion se basa en un suelo arcilloso compuesto de arena y alios de hierro. Desde 2007, la propiedad está dirigida por Bruno Lemoine, director general y enólogo.

Las 6 hectáreas de viñedo se encuentran en una finca más grande de unas 10 hectáreas. Las vides tienen unos cuarenta años y crecen entre Pessac y Burdeos, en un terruño de grava, arena y arcilla y en un subsuelo de piedra caliza. Las viñas se trabajan de forma tradicional con el objetivo constante de aumentar la calidad de la uva para obtener los mejores frutos. A continuación, el vino se vinifica y madura en las bodegas ultramodernas diseñadas por Philippe Starck, por lo que todo es bello en el Château Les Carmes: tanto los edificios como los vinos que allí se producen. 

La originalidad de este vino reside en su proporción inusual para la orilla izquierda de Cabernet Franc, equilibrada por Merlot y Cabernet Sauvignon. El resultado es un vino rico, denso y armonioso. Presenta un bello color rubí oscuro. En boca es maduro, pleno y goloso. Esta botella se puede guardar fácilmente en la bodega durante veinte años, será aún más interesante y fino para beber. Para el maridaje, el gran vino de Château Carmes Haut-Brion será el acompañamiento perfecto de una buena carne roja".