gerard boulay comtesse 2020

La familia Boulay cultiva la vid en Chavignol desde 1310. Este pueblo de la denominación Sancerre tiene laderas escarpadas. Aquí se encuentran Les Monts Damnés, Culs de Beaujeu y La Grande Côte. Estos nombres seguro que le suenan si ha probado alguna vez los vinos de François Cotat. Gérard Boulay está al frente de una finca de 11,5 hectáreas de viñedo, la mitad en propiedad y la otra mitad en alquiler. 2 ha para vinos tintos y rosados, el resto se dedica al vino blanco. Gérard Boulay es uno de los pocos viticultores de la denominación Sancerre que trabaja la tierra. Ara, con una oruga para las pendientes más pronunciadas, 1,5 ha en Culs de Beaujeu, 1,8 ha en Monts Damnés y 45 ares en Grande Côte. Las laderas se enyerban sistemáticamente para luchar contra la erosión. En los "crus", las uvas se vendimian a mano, mientras que en los demás terruños, una gran parte se vendimia a máquina. Los tratamientos del viñedo son lo más ligeros posible: sin pesticidas, sin antirroedores, sin abonos químicos. La finca utiliza un poco de abono orgánico, pero sin intentar aumentar los rendimientos. Los vinos se vinifican con el mismo espíritu: las levaduras son evidentemente indígenas, se realiza un trasiego al final de la fermentación y el vino se deja sobre lías finas. El azufre se utiliza al mínimo y el vino envejece en barricas de 300 litros o en depósitos esmaltados o de acero inoxidable. Esta propiedad es una de las mejores referencias de la denominación y es especialmente conocida por la pureza de sus vinos, que expresan a la perfección la diversidad de los terruños de Chavignol.