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Muchos viñedos aprovechan los microclimas para producir vinos excepcionales. Cuando estos climas se combinan con hermosos paisajes como en Cafayate, hace que la experiencia sea aún más única.
Cafayate se encuentra en el norte de Argentina, a casi 1.700 metros de altitud. Esto hace que el paisaje sea bastante singular, con viñedos situados en medio de altas montañas. A pesar de que el clima es desértico, las temperaturas no son extremadamente calurosas, oscilando entre los 10°C y los 21°C a lo largo del año. Estas variaciones diarias de la temperatura permiten tanto dar aromas muy desarrollados gracias al calor de los días, como que las pieles de las uvas sean más gruesas dando vinos con bastante cuerpo gracias al frescor de las noches.
Este microclima que posee Cafayate permite explotar de la mejor manera posible la variedad de uva blanca Torrontés. En efecto, puede resistir los efectos nocivos de la fuerte exposición al sol y la altitud permite cultivarla bien. Considerado por algunos como una variedad de uva específica del terruño argentino, el Torrontés sigue siendo objeto de debate, ya que otros lo consideran un derivado del moscatel español. Su sabor muy afrutado y sus aromas muy expresivos no siempre han sido unánimemente aceptados. Hace unos años, esta variedad de uva tenía una imagen de gama baja. Pero se invirtió en su vinificación y ahora el Torrontés es reconocido en toda Argentina.
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